Un poeta insólito
Cuando hace años empecé a entrar más profundamente en el conocimiento de la vida literaria española, me encontré con un poeta que por la época y por las circunstancias del tiempo y de la creación poética me pareció insólito. Era Ángel González. Me pareció insólito porque era a la vez un poeta de su tiempo y un poeta fuera de su tiempo, y no en el sentido de que fuera anticuado, ni mucho menos. Era un poeta con una voz determinada, propia, una voz que conservó hasta el final de su vida. Ángel era un poeta con una preocupación social nada retórica, vivificadora. Ha sido un poeta al que yo leía con mucha frecuencia porque en muchos casos sentía que me quitaba las telarañas de los ojos. Era la suya una poesía que no parecía innovar y, sin embargo, lo estaba innovando todo. Ahora que no está debo decir que para mí siempre fue buena y refrescante la lectura de Ángel González. Lo guardo y lo guardaré entre mis poetas preferidos de cualquier tiempo.